Miles más fueron ejecutadas, tanto por las fuerzas de seguridad como por la Alianza Anticomunista Argentina Luego de la era radical llegó el tiempo de los conservadores. Tiene 67 años y vive en Alemania hace 42. El primero es el del caleño Alonso Durango Londoño, de 24 años, quien fue sacado de su casa en San Miguel de Tucumán el 15 de marzo de 1976. La última vez que Carmenza y Germán vieron a Gabriela fue en el viaje de enero de 1977. RSS, Facebook. Germán cuenta que habló con ella, que ahora es sicóloga y profesora de la UBA. Digo esto así porque después de prisioneros y rendidos da lástima matar hombres y los indios que van con Ud. Mendoza | Misiones El 10 de octubre, el jefe local de la gendarmería le pidió a Pablo Navarro que reuniera a sus hombres y los esperara en la entrada del campamento. El trauma provocado por los hechos de sangre de la década de los setenta levantó un muro de silencios y censuras. Habían pasado tres años del golpe militar y ya se calculaban alrededor de 15.000 personas desaparecidas. Álvaro (derecha), junto a Rosa Dalia. Pero los desaparecidos comenzaron a surgir un siglo y medio antes, cuando la Argentina era una nación recién inaugurada. El encargado diplomático colombiano en Buenos Aires, Alfonso Bonilla Aragón, envió seis notas a la Cancillería colombiana el segundo semestre de 1977, “de las que se desprende el malestar del embajador colombiano al no encontrar respuesta por parte del gobierno argentino en su búsqueda para dar con el paradero” de los colombianos, dice un fallo judicial argentino del 2009 en el cual se absuelve a varios militares por la causa de Álvaro y Rosa Dalia.Carmenza tiene copias de las cartas que su padre envió en 1984, a pocos meses de la caída de la dictadura, al escritor Ernesto Sabato, entonces presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). ¡elígelos! “Todos fuimos a la universidad. En algunos casos, las casas ni siquiera existen más. Que ella le contó algunos detalles de su proceso personal de indagación sobre qué le había pasado a su madre, que no lo recordaba aunque la hubiera cargado cuando era apenas una niña, que vivió un tiempo en el apartamento del que se llevaron a su madre, hasta que no lo soportó más, que ya no le gusta hablar del tema, que lo ha superado, pero cómo no iba a hablar con ellos que habían ido hasta allí cuatro décadas después. El caso fue documentado por el Estado uruguayo.Hasta ahora, MeCoPa solo ha podido contactar a la familia de Álvaro Herrera León. Con la llegada del peronismo, hubo más desaparecidos. Para encubrir la suerte del gremialista, los policías enterraron el cadáver en la vecina provincia de Santiago del Estero.